miércoles, 23 de octubre de 2013

La Primera alubiada del Otoño

Fue hace un par de semanas, en un céntrico restaurante del centro de Madrid, en Casa Patas. Una reunión de amigos de esas que tenemos cada dos  meses y que sirve de pretexto para ponernos al día de nuestras cosillas.
Paco, alma mater del local, se había comprometido con las alubias y a que no faltaran las piparras. Como dice un buen amigo mío, las judías estaban para cantarles una saeta. No se me ocurrió otra cosa que decirle a la persona que atendía nuestra mesa que, si salía el cocinero, le daba un abrazo…, y para mi sorpresa al cabo de un rato así fue.  Chaval, le dije, te lo has ganado, viva la madre que te parió! Que alubiada nos has preparado majete.
Acompañamos la legumbre con un par de botellas de un rioja de Conde de Valdemar que no desmerecieron  en absoluto al plato.
En definitiva, pasamos un buen rato y quedó demostrado que,  esta costumbre nuestra de reunirnos alrededor de una mesa, es una sana costumbre. Fomenta las relaciones personales sin ser necesaria la presencia de ninguna red wifi, no conlleva necesidad de grandes platos de autor y ensalza las virtudes de nuestra tan valorada y rica dieta mediterránea.  En lo simple, en muchas ocasiones, coinciden grandeza y buenos recuerdos.
Nos despedimos hasta la siguiente tras tomar unos combinados en los que probamos los nuevos refrescos Me Orange y Me Citrus que acompañamos con unas “almendricas” fritas preparadas por las mismas manos, las de Juan, que prepararon las alubias.

El cocinero de Casa Patas, Juan, junto al autor de estas líneas, Richard del Rincón de Vinos con Medalla


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