lunes, 10 de febrero de 2014

CUANDO TENGAS QUE ESCOGER ENTRE DOS CAMINOS EN TU VIDA, ELIJE EL QUE TENGA MAS CORAZON

Eso me dice muchas veces un gran amigo, Alberto Busto,  sacerdote Pasionista de casi 90 años y que fue profesor mío a primeros de la década de los 70. (Prefiero no recordar que edad tenía yo en aquel momento).
En la vida estamos obligados a tomar decisiones todos los días, unas son más trascendentes que otras, pero son, al fin y al cabo, decisiones. Desde cual va a ser el menú de hoy, cuál va a ser el vino de la casa o el turno que voy a ponerle a tal o cual empleado, hasta decidir si invierto o no en esto o aquello, si amortizo o no, si contrato o no…
La cabeza tiende a decirnos que hagamos las cosas con lógica, con racionalidad, como las hacen muchos de los que están a nuestro lado desarrollando actividades similares a la nuestra. De esa manera es difícil pensar que nos vamos a equivocar, estamos haciendo las cosas bien porque así se hacen, porque así las hacen los demás, porque así lo hacen los que ganan dinero…, así cuando no salgan los resultados esperados siempre podremos echarle la culpa a la dichosa crisis y no a nuestro buen o mal hacer, a nuestra falta de iniciativa, o  a nuestro vértigo al cambio y al riesgo. De esta manera no tendremos que aguantar a las legiones de “opinadores” gratuitos que nos dirán que nos equivocamos, que si esa idea fuera buena ya la habrían puesto en práctica otros…
Cuando nació Pretextos había algo de esto detrás, ¿por qué voy a comercializar un vino como todos los demás, contando lo bueno que es, con que marida, en qué tipo de roble ha sido envejecido, o cual es la edad de las  plantas de las que procede la uva con la que se elabora?, ¿a cuanta gente realmente le importa esto?. Yo opté por un modelo diferente, por contarle a mis potenciales clientes historias bonitas, con corazón, que les pusieran un poco la carne de gallina, que les emocionaran. (O al menos eso intentaba). Para contar lo que cuentan el 99,5% de las marcas ya tenía Vinos Con Medalla, que solo vendía vinos buenos, con premio o más de 90 puntos y a módicos precios. Era la hora de innovar de hacer algo diferente de tirarse a la piscina.


Posiblemente la mejor tienda online del planeta!!! (Toma, toma toma...).
Ha pasado algo más de un año y ayer, la persona que lleva la contabilidad  de mi pequeño proyecto, me llamó para decirme que había cerrado las cuentas y que había dado beneficios. Casi nada, pero beneficios. Me anima, porque es el premio al esfuerzo, a las horas sin dormir, al tener que explicar una y mil veces de que va mi cuento, a dar conferencias y participar en mesas redondas aquí y allá gratis, sin beneficio económico, solo agradeciendo la posibilidad que me dan de poder contar lo que estoy haciendo, lo que trato de construir.
Tomemos las decisiones con el corazón, no puedo aseguraros que os vaya a ir mejor, pero sí, y sin temor a equivocarme, puedo aseguraros que cuando lo hagáis os ocurrirán dos cosas, la primera: sonreiréis, la segunda, dormiréis mejor… 
Rioja Alavesa - Crianza

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