El pasado martes 5 de
noviembre el restaurante El Tempranillo de Alcala de Henares organizó una cena maridaje. En este mundo nuestro del vino en el que
resulta bastante difícil sorprender,
Inma Vadillo, (alma mater del restaurante y buena amiga de vinos con medalla), lo consiguió con creces. En primer
lugar por la bodega elegida, “La Casa de Monroy”, en segundo lugar por el
origen de los vinos de esta, “Madrid”, en tercer lugar por la variedad de uva
dominante en los tres vinos que presidieron la cena, La Garnacha y en cuarto
lugar por uno de los 3 platos que degustamos, una Quinoa Real con verduritas
blancas.
El primer vino catado era un tinto joven de alta expresión, 70% Garnacha
– 30% Syrah. “La Casa de Monroy” que maridamos con una ensalada de escarola
verde con una base de ajo y granada que hacían innecesario el vinagre. Los viñedos donde se
producen estas uvas están situados en Viñamanta, tienen entre 40 y 50 años, son
de secano y producen unos 3.000 kg por hectárea. Están bajo la influencia del
río Alberche, lo que provoca que durante la maduración el abanico térmico se
amplíe ligeramente.
El segundo vino, que a la
postre resultó mi favorito de los tres, era un 2009, elaborado a partir de una selección de cepas viejas de Garnachas
y que maridamos con la mencionada Quinoa Real con sus verduritas blancas.
(Rábano, puerro, cebolla dulce y
calabacín). Debo reconoceros que no sabía que existía este cereal hasta esta
cena, pero ya no se me va a olvidar y va a pasar a formar parte de mi menú
familiar. Del vino quiero destacar dos cosas, el primero su recuerdo a frutas
maduras, (frutas rojas), muy maduras, no me atrevo a decir pasificadas, pero
casi. Si alguien quiere saber qué significan los recuerdos a compota en un
vino, este tiene de sobra esta
característica, ya no se le olvidará en la vida esta característica a quién no
la conozca y lo pruebe. La segunda era el pequeño toque de Malbec que tiene
este vino y que el enólogo acabó reconociendo. (No en vano he vivido dos años
en Argentina y he catado Malbecs de todos los perfiles…).
El tercer vino, también del 2009 un crianza, El Repiso. Un vino de
parcela de suelo muy pobre y muy arenoso, del que se elaboran unas 3.000
botellas según Gonzalo Lozano, padre dela criatura. El repiso es una parcela sobre el río Alberche en el que
además de Tinta de Toro de 10 años se cultivan también algo de Cabernet,
Tempranillo y Garnacha. Un vino con 15 meses de crianza, de mucha estructura,
capa alta con nariz de frutas negras, arándano, en boca la persistencia es
larga y viene de la mano de la garnacha que quizá sea la que más se note al
final. Lo maridamos con filete ruso preparado con salsa de níscalos, puerros y
brandy añejo.
Nos acompañó en la cena David Llamas de Distribuciones Navarro,
exclusivistas de la bodega en la comunidad de Madrid (www.diexnavarro.es), somelier y experto
catador de vinos y licores.
Fue una velada muy agradable,
en la que nos encontramos a algún conocido que no pudo esconderse y pasar
desapercibido…
Como me he extendido más de lo
habitual en este post, dejo para otro futuro, algunas notas sobre la bodega, su
enólogo y otros proyectos en marcha…
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